miércoles, 6 de mayo de 2020

5° LENGUA COMPR. LECTORA: EL LUGAR MÁS BONITO DEL MUNDO. SOLUCIONES DEL 30 DE ABRILmiércoles 6 mayo


COMPRENSIÓN LECTORA Y SOLUCIONES DE VOCABULARIO Y ORTOGRAFIA DEL 30 DE ABRIL.

Esta semana vamos a leer la lectura titulada "El lugar más bonito del mundo". Tiene mucho DIÁLOGO, así que fijaros bien como se expresan por escrito. Cuando la leáis contestad en el cuaderno (fecha y título) sin copiar los enunciados, eso sí, contestad con FRASES COMPLETAS Y CON SENTIDO.

          EL LUGAR MÁS BONITO DEL MUNDO 

            Juan es un niño muy pobre que vive con su abuela y con varios hermanos y primos más. Trabaja de limpiabotas para ayudar en casa y tiene grandes deseos de acudir al colegio, pero no se atreve a decírselo a su abuela.

            Después de un tiempo, empecé a preguntarme por qué mi abuela no me habría mandado a mí a la escuela. Y se me ocurrió pensar en que si me quisiera de verdad me habría mandado a la escuela en vez de tenerme limpiando zapatos.

            Después acabé por decirme que mi abuela era buena; que ella no tenía la culpa de tener más necesidad de dinero que yo de escuela; al final, decidí que no necesitaba la escuela para nada, que yo solo aprendería a leer.

            Preguntaba a mis clientes qué letras eran las que aparecían en los letreros de los carteles: MERCADO, BANCO, FARMACIA, OFICINAS DE TURISMO…

Cuando se me acabaron los carteles de los alrededores, alguien me dio un periódico y los clientes me ayudaron.

            Corté el periódico y siempre llevaba una página en el bolsillo de atrás de mi pantalón cuando iba a trabajar. Poco a poco empecé a ser capaz de leerlas casi todas.

          Y finalmente decidí que no tenía más remedio que hacerlo, quiero decir, preguntarle a mi abuela lo de ir a la escuela. Le pedí a un amigo mío, Roberto, un huérfano que vive en la calle, que me guardase mi caja de limpiabotas, y me fui al mercado para hablar con la abuela.

            Se quedó muy sorprendida cuando me vio porque creía que a esa hora yo estaría trabajando.

-       ¿Qué pasa, Juan? –me preguntó.

Y yo le dije:

-       Abuela, quiero ir a la escuela.

-       ¿A la escuela? –me dijo, tan asombrada como si yo le hubiera dicho que quería irme a Marte. –No puedes ir.

-       ¡Sí que puedo! –dije yo-. Todo lo que tienes que hacer es llevarme.

Yo había pensado que si ella me decía que no, yo lo aceptaría, pero no lo hice.

-       Eres muy pequeño –me dijo-, sólo tienes cinco años.

-       Abuela, no tengo cinco años, ¡tengo siete!

Éramos tantos los que vivíamos con ella, que había perdido la cuenta de los años que yo tenía.

-       ¿Qué tienes siete? ¿Y por qué no me lo habías dicho antes? Sois muchos y no puedo acordarme de la edad que tiene cada uno; debiste habérmelo recordado en su momento.  ¿Y cuánto tiempo hace que tienes siete años?

Y me lo preguntó como si sospechase que yo le había jugado una mala pasada cumpliendo siete años.

-       Mucho abuela, le dije.

-       ¡Y has dejado pasar todo el tiempo sin decirme que querías ir a la escuela!

-       Era tan importante para mí que no me atrevía a hablarte de ello.

-     ¡Justamente porque es importante para ti es por lo que deberías haberme hablado de ello! –dijo la abuela-. Tienes que luchar por tus cosas, y no importa si pierdes. Lo que importa de veras es que no dejes nunca de batallar por conseguir lo que de verdad quieres.

A la mañana siguiente, cuando me vestí, no me puse mi ropa de limpiabotas, sino mi ropa más limpia, y, antes de que empezase la escuela, la abuela y yo fuimos a ver a la maestra de primero, doña Irene.

-       Quiero entrar en la escuela –le dije.

-       ¿Cuántos años tienes? –me preguntó.

-       Siete y medio.

-       Pues sí, ya tienes la edad, pero no puedes empezar ahora. Entrarás en el próximo curso –dijo doña Irene.

Me despidió con una sonrisa y se puso a mirar unos papeles que tenía sobre la mesa.

Mi abuela no se movió.

-       Tiene grandes deseos de entrar en la escuela le dijo a la maestra.

Doña Irene levantó los ojos educadamente y la miró como para reprocharle que no se hubiese enterado de lo que había dicho y que no nos hubiéramos retirado ya.

-       Este chico tiene un retraso de tres meses. Los otros chicos están ya estudiando aritmética.

-       Mi nieto sabe aritmética, ha trabajado conmigo en el mercado.

-       Los otros ya empiezan a leer un poco –dijo doña Irene-. Este chico nunca podrá alcanzarlos. 

-       ¡Yo sé leer! –dije.

Saqué una página de periódico de mi bolsillo de atrás y empecé a leer en voz alta.

Doña Irene me miró muy sorprendida.

-       Bueno, en ese caso… -dijo.

Así que me admitieron en primero. Iba a la escuela desde las ocho de la mañana a las dos de la tarde. Después limpiaba zapatos.

Tenía dinero para comprar libros y cuadernos y todo lo demás  que necesitaba, porque la abuela había guardado para mí, en su caja de hierro, todo lo que había ganado como limpiabotas.

Con esfuerzo y dedicación alcancé a mis compañeros de escuela y toda mi familia se sintió orgullosa de mí. Y yo fui feliz.

Ann Cameron “El lugar más bonito del mundo”, adaptación.


COMPRUEBA SI LO HAS COMPRENDIDO

1.- ¿Por qué tendrá que trabajar un niño de siete años como Juan?

2.- ¿Qué causó la sorpresa de doña Irene y su cambio de actitud?

3.- ¿Crees que esta historia puede ser real? Razona tu respuesta.

4.- ¿Crees que Juan piensa que su abuela no se preocupa de él? Razona tu respuesta.

5.- El texto habla del trabajo infantil, ¿qué opinas sobre este tema?

6.- ¿Qué te parece el entusiasmo e interés que tiene Juan por aprender?

7.- Da tu opinión sobre esta expresión de la abuela: “Lo que importa  de veras es que no dejes nunca de batallar para conseguir lo que de verdad quieres.”

SOLUCIONES DEL VOCABULARIO  Y ORTOGRAFÍA DEL DIA 30 DE ABRIL

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